A veces escuchar la palabra bozal nos puede hacer enojar o generar rechazo, ya que la relacionamos con un perro peligroso o agresivo. Pero la realidad es muy distinta. El bozal no es un castigo, más bien, es una herramienta de seguridad para el perro, para las personas a su alrededor.
Entonces, ¿Cuándo es necesario que un perro use bozal? ¿En qué situaciones necesito un bozal para mi mascota? ¡Aquí te lo contamos!
1. Durante las visitas al veterinario
Una de las situaciones estresantes para cualquier perro es la visita al veterinario. Incluso los perros más tranquilos pueden reaccionar de forma inesperada cuando se sienten acorralados, manipulados o asustados.
Por eso, en muchas clínicas veterinarias se exige el uso de bozal en ciertos perros durante las consultas, especialmente si van a recibir vacunas, revisiones dentales, limpiezas o cualquier tipo de intervención. No se trata de juzgar al perro, sino de evitar accidentes. Además, después de la visita puedes darle snacks para perros como recompensa.
2. En espacios públicos donde lo exige la ley
Dependiendo del país, comunidad o ciudad, hay normativas que obligan a los dueños a poner bozal a sus perros en lugares públicos, especialmente si se trata de razas consideradas potencialmente peligrosas.
Por ejemplo, en muchas zonas de México, España y otros países, razas como el Pitbull, Rottweiler, Dogo Argentino, Pastor Alemán, Dóberman, entre otras, deben usar bozal y correa corta cuando salen a la calle.
3. Cuando tu perro ha mostrado conductas agresivas
Si tu perro ha tenido episodios de agresividad hacia otros perros, personas o niños, el bozal es obligatorio. No importa si solo fue una vez, existe el riesgo de una nueva reacción. Por ello hay que tomar precauciones.
En este tipo de situaciones, el bozal funciona como una medida temporal de contención. No es la solución definitiva, pero sí una herramienta para evitar accidentes mientras se modifica su conducta mediante entrenamiento.
4. Durante paseos en transporte público
Cada vez más ciudades permiten el acceso de perros al transporte público, lo cual es una excelente noticia. Sin embargo, muchas de estas normas vienen acompañadas de un requisito clave: el uso de bozal.
Por ejemplo, en el metro de la Ciudad de México, solo se permite el acceso a perros con correa y bozal. Lo mismo ocurre en trenes, autobuses y algunos taxis o plataformas como Uber, Didi, Lyft, etc.
5. Si tiene tendencia a comer cosas del suelo
Algunos perros tienen el mal hábito de tragarse todo lo que encuentran en la calle: Comida en mal estado, huesos, basura o incluso venenos para ratas. En estos casos, el bozal también puede ser una herramienta preventiva para evitar enfermedades o intoxicaciones.
Existen bozales especiales tipo cesta que impiden que el perro coma cosas del suelo, pero le permiten respirar, oler e interactuar con otros perros normalmente. No lo limita, solo lo protege. Si ya tuviste que correr al veterinario por una intoxicación o una obstrucción intestinal, sabes lo importante que es evitar que esto vuelva a pasar.