Un collar antiladridos para perros es la solución a los ladridos de los perros, que pueden llegar a ser muy incómodos. Este punto llega cuando se descontrolan y ladran demasiado, en exceso. Si este es tu caso, seguro que te has preguntado ¿Qué hago si mi perro ladra a la gente? o cuando se queda solo en casa y llega a incomodar a los vecinos con sus ladridos. Estas y otras, son preguntas frecuentes de los dueños de perros.
Si este es tu caso y tu perro ladra por cualquier cosa, te vamos a enseñar como emplear esta rápida solución, segura y totalmente eficaz. También te recomendaremos pautas a seguir una vez tu perro recupere un comportamiento adecuado, el cual os permita una convivencia normal y tranquila.
¿Qué es un collar antiladridos?
Al igual que uno normal, el collar antiladridos es una correa que se ata alrededor del cuello del perro. La principal diferencia, es que estos incorporar una pequeña caja con un sistema antiladridos. En función de la tecnología que empleen variarán la forma en la que funcionan. Más adelante hablaremos de los distintos tipos que existen y como funcionan los collares antiladridos.
La pequeña caja que incorporan suele ser para alojar una batería. Normalmente es recargable o sino son pilas reemplazables. Además de la batería, también está todo el mecanismo del collar.
En función del fabricante y la marca del collar, pueden haber diferencias en la estética exterior y en las opciones de configuración. Sin embargo la estructura es la misma en todos.
Hay que recordar que son un elemento complementario de adiestramiento canino. Su principal función es disminuir los ladridos y reeducar al perro, siempre que no tengo un comportamiento normal o ladre en exceso.
El collar antiladridos no va a conseguir esto por sí solo, hay que acompañarlo de ejercicios de educación. Eliminaremos el hecho de que ladre, pero debemos atacar la raíz del problema y reconducir el comportamiento del animal. Debes ser parte activa del entrenamiento de tu perro.
¿Cómo funciona un collar antiladridos?
Independientemente de la tecnología que emplee el collar antiladridos, el funcionamiento básico es el mismo. Cuando el perro ladra, el mecanismo del collar lo detecta y pone en marcha el collar. Con la activación, manda un estímulo al perro que hace que no ladre.
Existen diferentes tecnologías, sprays, vibración, collares con descarga eléctrica… estos estímulos hacen que el perro se sorprenda y deje de ladrar.
El collar equipa un sensor que es capaz de detectar las vibraciones que emiten las cuerdas vocales del perro cuando ladra o el propio sonido del ladrido. Los collares más baratos y de peor calidad, pueden fallar y causar problemas al perro. Es por esto que solo recomendamos productos de calidad y debemos hacer un hincapié más todavía cuando se trata de collares antiladridos. Una herramienta de entrenamiento debe garantizar al humano, que su perro va a estar seguro en todo momento y no va a recibir falsos estímulos.
La intensidad con la que trabajan los collares es regulable para poder ajustarlos en función del tamaño del perro. Normalmente tiene dos o más niveles de intensidad. Además del tamaño del animal, hay que valorar el pelo del mismo. Un collar de descargas eléctricas no va a estimular, con la misma intensidad, a un perro con pelo largo que a uno con corto. No obstante, es muy recomendable empezar por los niveles más bajos e ir ajustando la intensidad.
Algunos collares incorporan un sistema de aviso al perro. Emiten en un primer momento una vibración o muy pequeña descarga para cortar el ladrido. De esta manera se evita un estimulo excesivo en el perro. Sin embargo, si el perro continúa ladrando, el collar automáticamente sube el nivel del estímulo para así interrumpir los ladridos.
¿Cómo se usa el collar antiladridos?
Para colocar el collar antiladridos primero asegúrate de que está apagado. Engánchalo alrededor del cuello del perro y comprueba que no se mueve en exceso. Para un correcto funcionamiento debe tener contacto directo con la piel del animal, es por ello que no debe bailar pero tampoco te pases apretándolo, le daría sensación de ahorcamiento y no es adecuado. Un ajuste correcto sería en el que podemos introducir, con cierta dificultad, un dedo índice entre el cuello del perro y el collar antiladridos.
Si se trata de un perro con mucho pelo, es recomendable afeitarle la zona de la garganta. Esto permitirá un buen contacto del collar con la piel además de un rendimiento óptimo del aparato.
El ajuste del collar antiladridos es primordial que sea correcto, de lo contrario el sistema no funcionará de forma óptima. Estos tiene un margen de error de funcionamiento, especialmente los más baratos y con pocas garantías. Los de peor calidad se suelen activar cuando detectan ruidos fuertes o cuando se golpean. Es por ello que solo recomendamos collares antiladridos de CALIDAD. Así pues, para evitar que funcionen incorrectamente, colócale bien el collar y asegúrate que el que adquieres sea de una marca reconocida y testada.
Cuando se usen este tipo de collares, se deben retirar cualquier tipo de medallas o adornos metálicos que lleven, ya que podrían interferir en el correcto funcionamiento.
Primeros pasos
Es posible que durante los dos primeros días, al tratarse de un objeto nuevo y ligeramente más pesado, tu perro intente quitárselo. Recomendamos que durante estas primeras 24-48 horas no actives el mecanismo antiladridos. Primero deja que se acostumbre al nuevo collar y en cuanto esté listo, activa el sistema.
Tras este primer paso de adaptación y durante los primeros días, es recomendable estar con el perro mientras esté activo el collar antiladridos. Podría verse sorprendido y frustrarse ante el estímulo si lo recibe estando asolas.
Este tipo de adiestramiento canino debe iniciarse con el collar en los niveles más bajos. Se debe buscar desviar la atención del can en cuanto presente intención de ladrar, dándole a entender que no es momento de ladrar.
El uso del collar debe ser un complemento del adiestramiento. Cuando el perro ladre y esté contigo, debes indicarle con un NO rotundo que no debe hacerlo. Si no obedece, debes aumentar tu intensidad, al igual que lo haría el collar.
Refuerzos positivos
Otra parte importante del adiestramiento canino es el refuerzo positivo. En todo buen adiestramiento hay correciones pero también refuerzos. Bastará con un premio, golosina, etc o una simple carícia, para hacerle saber que ha actuado de la manera adecuada. Esto ayudará a que este patrón se repita en un futuro, haciendo efectivo el entrenamiento.
En resumidas cuentas, una combinación de órdenes humanas y la acción del collar harán de este adiestramiento canino un entrenamiento efectivo para tu perro. Lograrás que deje de ladrar cuando no debe, sin crearle ningún tipo de problema.
Una vez se acostumbre al uso de collar, no será necesario que lo supervises mientras lo lleva puesto y esté activo.